
El peso del voto hispano y el desafío demócrata tras la victoria de Trump
Donald Trump ha proclamado su victoria en las elecciones estadounidenses, incluso habiendo logrado, aparentemente, ganar el voto popular, algo que no consiguió en 2016.
Mientras los expertos analizan cómo se dio este resultado, los primeros conteos en condados con alta presencia hispana muestran una caída importante en el apoyo hacia Kamala Harris, quien aspiraba a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
En Texas, especialmente en los condados fronterizos con México, el apoyo a Harris fue inferior al que obtuvo Joe Biden en 2020: su porcentaje de votos fue 13 puntos menor en Webb, diez puntos en Dimmit y Starr, y nueve en Zapata.
Estos condados, donde más de cinco de cada seis residentes son hispanos, han sido tradicionalmente un bastión demócrata, pero ahora reflejan un cambio que podría ser fundamental para el futuro político del país.
Las encuestas ya advertían que Trump había hecho avances entre los votantes hispanos, en particular entre los hombres. Este año, el margen de apoyo hacia Harris entre votantes hispanos se redujo a solo ocho puntos, una caída dramática en comparación con elecciones anteriores.
De acuerdo con encuestas de salida de CNN, los hombres hispanos pasaron de apoyar a Biden en 23 puntos porcentuales en 2020 a preferir a Trump por diez puntos en esta elección. Aparte, las mujeres hispanas continuaron apoyando a Harris, marcando una diferencia de 24 puntos a su favor.
Los analistas señalan varias razones para esta desafección del electorado hispano hacia los demócratas. Factores como la religión y la educación son divisores importantes en esta comunidad, sumados a la creciente preocupación económica, un tema en el que muchos ven a Trump como un líder más favorable.
Además, el voto hispano presenta variaciones según el país de origen; por ejemplo, los cubanoamericanos y dominicanos se han mostrado más inclinados a favor de Trump, mientras que las comunidades puertorriqueñas y mexicanas en algunos condados no cambiaron tanto.
Para los demócratas, este resultado plantea un desafío importante de cara a futuras elecciones: reconstruir una coalición hispana fuerte y superar las divisiones internas de un electorado clave que, cada vez más, redefine la política estadounidense.