
Eurovisión 2024: Crisis envuelven al festival de la canción
Redacción
El Festival de Eurovisión, uno de los eventos televisivos más emblemáticos de Europa, se vio inmerso en una crisis Justo en su final
La edición de este año, que normalmente se caracteriza por controversias de índole musical, ha sido eclipsada por una serie de polémicas de naturaleza política y social que han puesto en entredicho la credibilidad del certamen.
La participación de Israel ha sido el epicentro de gran parte de la controversia.
Si bien el país ha formado parte del festival desde 1973, en esta ocasión la canción seleccionada, «Lluvia de Octubre», fue vetada por considerarse un mensaje político en referencia a los ataques de Hamas en 2023.
La canción fue modificada y renombrada como «Hurricane», interpretada por Eden Golan, lo que generó aún más polémica.
Durante las semifinales, la presentación de Israel fue recibida con abucheos por parte del público, aunque los productores modificaron el audio para dar la impresión de una respuesta positiva.
A pesar de las manifestaciones, Israel logró avanzar a la final, desatando protestas masivas en Malmö, Suecia, donde se celebra el evento este año.
Cerca de 100 mil personas se reunieron en Malmö para pedir la cancelación de la participación de Israel en Eurovisión.
Entre los manifestantes se encontraba la conocida activista sueca Greta Thunberg.
A pesar de las peticiones del público, Israel reforzó la seguridad de su representante, Eden Golan, quien se encontraba confinada en su hotel acompañada por un convoy de guardias y policías.
Además de la controversia con Israel, Eurovisión también ha sido objeto de críticas por la censura del acto de Irlanda.
El representante del país, Bambie Thug, fue obligado a borrar mensajes escritos en su piel que hacían referencia al conflicto en Palestina.
La filtración de resultados preliminares por parte de la televisora italiana ha aumentado la confusión y la desconfianza en torno al festival.
Los resultados sugieren que Israel ganaría con el 39% de los votos italianos, lo que ha generado especulaciones sobre posibles manipulaciones.
En medio de esta crisis, Eurovisión se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su historia, poniendo en riesgo su reputación y su capacidad para mantenerse al margen de las tensiones políticas y sociales que atraviesan Europa y el mundo.
Este año, más que nunca, Eurovisión se encuentra lejos de cumplir su lema oficial «Unidos por la Música», sumido en una polémica que amenaza con cambiar para siempre la naturaleza del festival.