
Finaliza “El Niño”: Se prevé el inicio de “La Niña” con consecuencias climáticas extremas
Redacción
El Centro de Predicciones Climáticas ha confirmado que el fenómeno de El Niño ha llegado a su fin tras un año de causar eventos extremos de calor en diversas partes del mundo.
Este final marca el inicio de un nuevo capítulo en las condiciones climáticas globales, con la aparición inminente de La Niña.
El Niño, caracterizado por temperaturas más cálidas en el océano Pacífico, ha disminuido significativamente. La anomalía térmica en la región 3.4 del Pacífico pasó de +0.5 °C en mayo a +0.1 °C actualmente.
En la región 1+2, frente a las costas de Perú y Ecuador, las anomalías han sido muy variables, manteniéndose en un rango de -1.5 a -0.5 °C, indicando una posible Niña Costera.
Los modelos climáticos a largo plazo predicen un enfriamiento continuo del Pacífico ecuatorial durante el verano, alcanzando su máximo en invierno de 2024.
Se espera que La Niña tenga casi un 100% de probabilidad de manifestarse, con una intensidad débil a moderada en verano (65% de probabilidad) y una intensidad moderada a fuerte en otoño e invierno (50-60% de probabilidad), con anomalías térmicas oscilando entre -0.5 y -1.5 °C.
El comportamiento climático previsto para los próximos meses es similar a los años 1972-1973, 1997-1998 y 2009-2010, cuando se pasó rápidamente de un Niño moderado-fuerte a una Niña moderada-fuerte.
Estos años fueron testigos de eventos extremos que podrían repetirse en 2024.
El Centro de Predicciones Climáticas y otros expertos han advertido que podríamos pasar de condiciones extremas de calor y sequía a lluvias torrenciales y un ambiente más fresco.
Aunque algunos medios han sugerido que el calor continuará, las predicciones indican un cambio significativo hacia más precipitaciones.
El Giro Centroamericano será un factor dominante, trayendo nubosidad, lluvias intensas y vientos a gran parte de México, exceptuando el noroeste.
Esta situación podría derivar en la formación de ciclones tropicales en el Golfo de México, el Caribe y el Golfo de Tehuantepec.
Estos eventos beneficiarán cuerpos de agua y bosques, aunque podrían tener efectos negativos en áreas urbanas vulnerables.
Hasta el 31 de mayo, la sequía cubría el 76% del territorio mexicano, con severos impactos en varios sectores económicos.
Las lluvias previstas ayudarán a mitigar esta sequía, pero la deforestación y los incendios forestales han dejado áreas desprotegidas, propensas a escurrimientos y posibles inundaciones.
La temporada de lluvias, que se espera sea más intensa de lo normal, podría traer acumulados superiores al promedio en varios estados, especialmente en el centro, sur, oriente y sureste de México.
La Niña suele aumentar la actividad ciclónica en la cuenca del Atlántico, elevando la probabilidad de tormentas y ondas tropicales que afectan a México.
Se pronostica un total de entre 15 y 25 tormentas nombradas, lo cual es significativamente superior a la media histórica.
Las autoridades y la población deben estar preparadas para enfrentar posibles eventos extremos como inundaciones y deslizamientos.
Es crucial elaborar planes de emergencia y mantenerse alertas, especialmente en las regiones costeras y el Altiplano.