
Hezbollah e Israel entran en una tregua en crisis
El supuesto cese al fuego entre Hezbollah e Israel, anunciado como un intento de reducir la tensión en la región, parece haberse tambaleado desde el principio. Ambas partes han continuado intercambiando ataques, con bombardeos que ponen en duda la efectividad del acuerdo alcanzado.
Israel Katz, ministro de Defensa israelí, dejó claro que la paciencia de su gobierno está agotándose. En una contundente declaración, advirtió que si la tregua colapsa por completo, Israel abandonará su política de diferenciación entre Hezbollah y el Estado libanés:
«No habrá más exenciones para el estado del Líbano. Haremos cumplir el acuerdo con el máximo impacto y tolerancia cero.»
Esto implica que cualquier acción de Hezbollah será respondida con ataques indiscriminados que podrían impactar tanto a la infraestructura estatal como a la población civil libanesa.
A pesar de la tregua, Israel lanzó recientemente una ofensiva en Nabatieh, al sur de Líbano, en respuesta al lanzamiento de cohetes por parte de Hezbollah. Este ataque, que dejó nueve muertos, es una de las múltiples violaciones al acuerdo señaladas por observadores internacionales.
Por su parte, Hezbollah tampoco ha cesado sus actividades. Los enfrentamientos han continuado a un ritmo que dificulta cualquier esfuerzo por mantener la calma en la región.
El gobierno francés, uno de los actores clave en la mediación, acusó al gobierno de Benjamin Netanyahu de múltiples violaciones al cese al fuego.
La falta de compromiso por parte de ambos bandos ha complicado las negociaciones para establecer un acuerdo más sólido que garantice la paz.
Si la tregua fracasa definitivamente, el cambio de postura de Israel podría desatar una nueva fase del conflicto, más intensa y con consecuencias devastadoras para el Líbano.