
Huracanes para el Atlántico: Se esperan más y más Intensos en 2024
Redacción
Con el inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico este 1° de junio, el Centro de Predicción Climática de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) ha lanzado una advertencia: este año se espera un incremento en la cantidad y la intensidad de los huracanes, debido a la influencia de la Niña y el calentamiento del océano.
La NOAA prevé entre 17 y 25 tormentas con nombre para esta temporada, superando el promedio histórico de 14.
De estas tormentas, se estima que entre 8 y 13 se convertirán en huracanes, un incremento notable respecto al promedio de 8 huracanes.
Además, se anticipa que entre 4 y 7 de estos huracanes alcanzarán una categoría significativa (3, 4 o 5), con vientos de al menos 178 km/h (111 mph), mientras que el promedio habitual es de 3 huracanes importantes.
La Niña y el calentamiento del océano son factores clave que están impulsando este aumento en la actividad de huracanes.
La Niña, un fenómeno climático caracterizado por el enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial, junto con las temperaturas oceánicas elevadas en el Atlántico, están creando condiciones propicias para la formación de tormentas más fuertes y numerosas.
Ko Barret, secretario General Adjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), subrayó la importancia de estos fenómenos: «Necesitamos estar atentos este año debido al calor oceánico casi récord en la región donde se forman los huracanes del Atlántico y el cambio a condiciones de la Niña, que en conjunto crean las condiciones para una mayor formación de tormentas».
Este año marca el octavo consecutivo en que se espera una actividad de huracanes por encima del promedio. La última temporada de huracanes que registró actividad por debajo del promedio fue en 2015, según datos de la OMM.
De cara al inicio de esta temporada de huracanes, esta información es crucial para las estrategias de Protección Civil en toda la región afectada.
La OMM ha alertado anteriormente sobre la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, y ahora subraya la necesidad de preparación frente a una temporada de huracanes potencialmente devastadora.