
La Cámara de Diputados aprueba reforma contra las terapias de conversión
Redacción
En una decisión que genera un avance en temas de diversidad sexual y respeto a los derechos humanos, la Cámara de Diputados de México aprobó en lo general y en lo particular una reforma para prohibir las terapias de conversión, una práctica ampliamente cuestionada y considerada perjudicial para la comunidad LGBTIQ+.
Con un contundente resultado de 267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones, el pleno dio luz verde a esta reforma que agrega disposiciones al Código Penal Federal y adiciona un artículo a la Ley General de Salud. Los partidos que respaldaron este proyecto fueron Morena, Partido Verde, Movimiento Ciudadano, Partido Revolucionario Institucional y el Partido del Trabajo.
La propuesta, que será enviada nuevamente al Senado de la República para su ratificación aunque enfrentó resistencia por parte del Partido Acción Nacional (PAN), que intentó retrasar el debate presentando más de 90 reservas al dictamen de Protección Civil. Sin embargo, el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, Ignacio Mier Velazco, aseguró que no permitiría que se suspendiera la sesión hasta que se discutiera el dictamen sobre las terapias de conversión.
Este paso se da luego de años de espera, ya que el Senado aprobó el dictamen para prohibir estas terapias en octubre de 2022, pero la discusión en la Cámara de Diputados se había retrasado en tres ocasiones.
Durante la sesión, el diputado del PAN Éctor Jaime Ramírez argumentó en contra de la propuesta, alegando que cae en «criminalizaciones injustas» y requiere modificaciones. Sin embargo, legisladores a favor de la reforma, como la diputada María Clemente García del Partido del Trabajo, destacaron la importancia de poner fin a estas prácticas que conllevan violencia y amenazan los derechos humanos de las personas LGBTIQ+.
La reforma establece penas de dos a seis años de prisión para quienes realicen, impartan, apliquen, obliguen o financien cualquier tipo de tratamiento que busque cambiar la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona. Además, los profesionales de la salud que participen en estas prácticas serán suspendidos de su ejercicio profesional.
Las terapias de conversión han sido ampliamente condenadas por organizaciones de salud y derechos humanos, como la Organización Panamericana de la Salud y la Asociación Mundial de Psiquiatría, que han señalado que no tienen justificación médica y representan una amenaza para la salud y los derechos humanos de las personas.