La SCJN atrae el caso de la “elefanta más triste del mundo”
Ely, conocida como “la elefanta más triste del mundo,” ha vivido en cautiverio durante años en el Zoológico de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México. Su historia ha generado gran preocupación entre activistas por los derechos de los animales, quienes han luchado incansablemente por trasladarla a un santuario en Brasil, donde podría vivir en condiciones más apropiadas y en compañía de otros elefantes.
El 16 de octubre de 2024, el caso de Ely dio un giro importante cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió atraer el amparo interpuesto en su nombre. Este amparo, presentado a principios de mayo de 2024, exige que se garantice un estilo de vida digno para Ely mientras permanezca en el zoológico.
La SCJN deberá resolver si la persona que presentó el juicio tiene un “interés legítimo” para reclamar violaciones a los derechos de los animales, según lo detallado en el comunicado de prensa No. 335/2024.
La decisión de la Segunda Sala de la SCJN para atraer el caso fue apoyada por la mayoría, con cuatro votos a favor, bajo la presidencia de la ministra Yasmín Esquivel, aunque la ministra Lenia Batres votó en contra.
Si se reconoce el interés legítimo en este juicio, se podría establecer un precedente sobre el “alcance de la protección” que los animales merecen según la Constitución Política de la Ciudad de México. Esto incluiría lineamientos para garantizar el bienestar físico y psicológico de los animales en zoológicos, así como el trato digno que merecen como seres sintientes.
Desde hace varios años, organizaciones como Mercy for Animals, Todos Somos Animales y Animal Save Movement han alzado la voz por Ely, buscando que sea trasladada a un santuario en Brasil. En 2024, activistas, liderados por personas como Sandra Segovia, fundadora de Todos Somos Animales, realizaron manifestaciones pacíficas frente a la SCJN, pidiendo que se tomara la mejor decisión en beneficio del bienestar de Ely.
Durante una de esas manifestaciones, Segovia expresó que esperan que un equipo especializado evalúe el estado de salud de la elefanta de manera imparcial.
Otro punto que ha despertado preocupación es el comportamiento de Ely en cautiverio. La activista Valezca Lango, de Animal Save Movement, señaló que Ely muestra signos de “estereotipias”, comportamientos repetitivos como golpearse contra las paredes o agitar la cabeza, lo que ocurre comúnmente en animales que sufren estrés en entornos sin el adecuado enriquecimiento ambiental.
La resolución del caso por parte de la SCJN podría sentar precedentes importantes para los derechos de los animales en México, y será crucial para determinar el futuro de Ely y de otros animales en situaciones similares.
