Luisa María Alcalde desmiente acusaciones sobre relojes personalizados
La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, negó rotundamente haber mandado a hacer o regalar relojes con su imagen, desmintiendo las acusaciones que circularon en redes sociales. Según afirmó, la fotografía que acompaña estas denuncias es falsa y forma parte de una campaña de desprestigio en su contra.
El periodista Salvador García Soto compartió en su cuenta de X (antes Twitter) una imagen de un reloj dorado con la fotografía de Alcalde, acompañado de la leyenda:
“Luisa María Alcalde, presidenta Comité Ejecutivo Nacional. Morena. La Esperanza de México”.
García Soto cuestionó la austeridad de Morena y calificó el gesto como un “culto a la personalidad”, destacando que ocurre en un contexto de carencia de recursos en diversos sectores.
Alcalde utilizó su cuenta verificada en X para desmentir las acusaciones, afirmando:
“En Morena no mandamos a hacer ni regalamos ningún reloj con mi imagen ni con la de ninguno de nuestros dirigentes. Con todo respeto, no somos iguales”.
También señaló que se trata de una campaña de desprestigio y solicitó al periodista revelar el origen del reloj que asegura haber recibido.
En respuesta, García Soto publicó un video mostrando el reloj y reafirmó su autenticidad. Según él, el objeto le fue entregado por una persona vinculada al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena. Insistió en que corresponde a la dirigente del partido investigar quién lo fabricó y con qué propósito.
“Yo no miento. Aquí está el reloj. Si ella no lo mandó a hacer, alguien quiso hacerle un favor o quedar bien. Eso debe investigarlo ella”, declaró el periodista.
Continúa la polémica
Alcalde cuestionó nuevamente al periodista, pidiendo transparencia sobre la identidad de la persona que le entregó el reloj:
“Es obvio que se trata de una campaña para desprestigiarnos. Morena es un instrumento de lucha al servicio del pueblo, no de sus afiliados”.
Hasta el momento, García Soto no ha respondido a las últimas declaraciones de Alcalde. La controversia permanece abierta, avivando el debate sobre la veracidad de las acusaciones y el posible trasfondo político del caso.
