Manuel Antonio Lucia: el veracruzano que puso a prueba su instinto de supervivencia
Vivir sin ropa, sin agua y sin alimento en medio de la naturaleza extrema no es un desafío que cualquiera aceptaría. Pero Manuel Antonio Lucia, originario de Xalapa y con más de 13 años viviendo en Jalcomulco, decidió enfrentarlo con la convicción de que sería una experiencia única.
En 2022, Manuel se enteró del casting para la tercera temporada de «Supervivencia al Desnudo México», el reality de Discovery Channel y la plataforma MAX. Motivado por su deseo de comprobar que podía vivir solo con los recursos de la naturaleza, no dudó en postularse.
El proceso de selección no fue sencillo: debió superar cuatro filtros a lo largo de cuatro meses, lo que le permitió enfocarse en fortalecer su resistencia física y mental. Sin esperar la confirmación, inició su entrenamiento con prácticas como caminar descalzo, hacer ayunos prolongados y aprender a filtrar agua, hacer fuego y construir refugios.
A pesar de su experiencia en deportes extremos como escalada, rafting y cañonismo, enfrentarse a la naturaleza sin ropa ni herramientas modernas fue un reto completamente distinto.
Cuando finalmente fue seleccionado, Manuel recibió su boleto de avión sin saber exactamente a dónde iría. Al llegar, se encontró con un entorno implacable, donde las temperaturas superaban los 40 grados durante el día y descendían a 8 por la noche.
Su equipo de supervivencia se reducía a un machete y un pedernal, y la única compañía con la que contó fue Alberich García, su compañero en esta aventura. Juntos enfrentaron lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y nubes de mosquitos que dificultaban el descanso.
«Las tormentas y el viento fueron de los mayores desafíos, pero lo más difícil fue la cantidad de mosquitos, había demasiados y de varios tipos», compartió.
Actualmente, «Supervivencia al Desnudo México» sigue transmitiéndose, mostrando el impacto físico y emocional de la experiencia en los participantes. Para el, esta prueba no solo fue un desafío extremo, sino la confirmación de que su sueño de vivir en la naturaleza puede hacerse realidad.
