
México transforma el 12 de octubre: de Día de la Raza a Día de la Nación Pluricultural
El 12 de octubre, tradicionalmente conocido como el Día de la Raza, ha dejado de celebrarse con ese nombre en México. A partir de 2020, esta fecha se ha resignificado como el Día de la Nación Pluricultural, con el objetivo de reconocer la riqueza y diversidad de los pueblos indígenas del país, así como su resistencia frente a la colonización europea.
Originalmente instaurado para conmemorar el “encuentro de dos mundos” tras la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, el Día de la Raza fue promovido en México por figuras como el exsecretario de Educación Pública, José Vasconcelos, bajo la idea del sincretismo cultural. Desde 1929, la festividad destacó el mestizaje entre los pueblos indígenas y los colonizadores europeos, siendo celebrada durante décadas.
Sin embargo, este concepto comenzó a ser cuestionado por diversos sectores de la sociedad, que lo consideraban un recordatorio de la opresión y colonización sufridas por los pueblos originarios. A medida que estas voces crecieron, México optó por dejar de celebrar el 12 de octubre como un símbolo de mestizaje y, en su lugar, transformarlo en una jornada para destacar la pluralidad y los derechos de los pueblos indígenas.
Con la instauración del Día de la Nación Pluricultural, se busca visibilizar la lucha por el respeto a los derechos territoriales y culturales de las comunidades indígenas. Esta conmemoración refleja un cambio de enfoque que reconoce las contribuciones de estos pueblos a la identidad nacional, así como los desafíos históricos que han enfrentado.
En este contexto, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio de las Lenguas Indígenas 2022-2032, con el objetivo de preservar y revitalizar los idiomas que están en peligro de desaparecer. México ha sido elegido como sede para los eventos internacionales de alto nivel relacionados con esta iniciativa, reafirmando su compromiso con la protección de la diversidad cultural.
El 12 de octubre ya no es solo un día de memoria histórica, sino una oportunidad para valorar la pluralidad de México y asegurar que las comunidades indígenas reciban el respeto y reconocimiento que merecen en el presente y el futuro.