¿Qué es la hibristofilia? El oscuro atractivo del los delincuentes

Si alguna vez te has sentido intrigada por un “delincuente”, tal vez estés familiarizada, aunque no lo sepas, con el término hibristofilia. Este fenómeno psicológico, que puede parecer sacado de una novela de suspenso, es más real y común de lo que podrías imaginar.

La hibristofilia describe la atracción sexual o emocional hacia personas que han cometido crímenes, especialmente graves. Más allá del cliché romántico del rebelde encantador, este fenómeno refleja una compleja interacción de factores psicológicos. Según expertos, combina el deseo de poder, el atractivo de lo prohibido y una dosis de morbo por el peligro.

Es como observar una película de suspenso: aunque los actos que presencias pueden ser aterradores, resulta difícil apartar la mirada. Este tipo de fascinación puede llevar a algunas personas a admirar a criminales famosos o incluso a buscar relaciones con ellos, a veces con la esperanza de «salvarlos».

La hibristofilia puede estar relacionada con la percepción de misterio o fuerza que ciertos individuos proyectan al romper las normas. También puede desencadenar un «complejo de salvador», donde alguien siente que puede redimir a una persona peligrosa.

Sin embargo, esta atracción no implica necesariamente una aprobación de los actos cometidos. Para muchos, se trata más de una conexión emocional o psicológica que de una justificación consciente de los crímenes.

Casos como el reciente arresto de Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, traen a la luz esta compleja realidad. Aunque su atractivo físico ha generado comentarios, es crucial separar la apariencia del impacto devastador de los crímenes.

La hibristofilia es solo un aspecto más de la complejidad de la naturaleza humana. Si alguna vez te encuentras fascinada por alguien con un pasado oscuro, recuerda reflexionar sobre la diferencia entre la fantasía y las consecuencias reales de sus actos.

La atracción por lo prohibido no debe nublar el juicio ni olvidar el daño que estas acciones pueden causar.