
Y a todo esto ¿de dónde salió el Fentanilo?
El fentanilo, una de las drogas más letales en la actualidad, ha acaparado titulares por su impacto devastador en las comunidades de todo el mundo. Pero ¿de dónde surge esta sustancia, cómo ganó popularidad y por qué es tan peligrosa?
El fentanilo fue desarrollado en 1959 por el químico belga Paul Janssen como un analgésico de uso médico. Su alta potencia, hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, lo convirtió en una herramienta valiosa para el manejo del dolor en pacientes con cáncer terminal o sometidos a cirugías mayores. Bajo estricta supervisión médica, el fentanilo demostró ser efectivo y seguro.
El uso ilícito del fentanilo comenzó a proliferar en la década de 2010, cuando los cárteles y laboratorios clandestinos identificaron su potencial como un sustituto barato y potente para otras drogas. Debido a su fácil síntesis en laboratorios químicos, se convirtió en una opción lucrativa para organizaciones delictivas, especialmente en América del Norte.
El auge del fentanilo también estuvo ligado a la crisis de opioides en Estados Unidos. La dependencia a medicamentos recetados llevó a muchos a buscar alternativas en el mercado negro, donde frecuentemente se encontraba fentanilo mezclado con otras sustancias como heroína, cocaína o metanfetaminas, a menudo sin que los consumidores lo supieran.
El fentanilo es extremadamente peligroso por su potencia. Dosis mínimas, incluso de 2 miligramos, pueden ser letales. Además, es difícil de dosificar, especialmente cuando se mezcla con otras sustancias, lo que incrementa el riesgo de sobredosis.
Otra razón de su alta mortalidad es su capacidad para suprimir rápidamente el sistema nervioso central, provocando una disminución severa en la frecuencia respiratoria que puede llevar a la muerte en cuestión de minutos si no se recibe tratamiento con naloxona, un medicamento utilizado para revertir sobredosis de opioides.
El fentanilo ha sido responsable de miles de muertes anuales, especialmente en Estados Unidos, donde las sobredosis relacionadas con esta droga han alcanzado niveles alarmantes. Gobiernos de todo el mundo están intensificando los esfuerzos para combatir su producción y distribución, desde campañas de concienciación hasta acuerdos internacionales para controlar la exportación de precursores químicos utilizados en su fabricación.
La naturaleza sintética del fentanilo permite que sea fabricado en cualquier lugar del mundo, lo que dificulta su erradicación completa.
El fentanilo pasó de ser una solución médica a una crisis global. Su impacto nos recuerda la importancia de abordar tanto el problema de la adicción como las raíces sociales y económicas que perpetúan el consumo de drogas. Solo con un enfoque integral será posible mitigar los estragos de esta sustancia.