Disney enfrentará juicio por el uso del rostro de Peter Cushing en ‘Rogue One’

La polémica alrededor del uso de la imagen digital de actores fallecidos vuelve a estar en el centro del debate en Hollywood. Esta vez, Disney y Lucasfilm han sido demandados por Tyburn Film Productions, una productora encabezada por un amigo cercano del difunto actor Peter Cushing, conocido por interpretar al Grand Moff Tarkin en la franquicia de Star Wars.

El conflicto legal surge del uso del rostro de Cushing en la película Rogue One: A Star Wars Story (2016), donde el personaje de Tarkin fue recreado digitalmente con avanzada tecnología CGI, generando tanto admiración como controversia en su momento.

La raíz de la demanda

Tyburn Film Productions sostiene que tenía un acuerdo previo con Cushing, en el que se le otorgaba control sobre la recreación de su imagen mediante efectos especiales, con el propósito de usarla en una película que nunca llegó a realizarse. Según la demanda, este acuerdo les daría derecho exclusivo sobre cualquier tipo de recreación digital de su rostro, y Disney habría violado dicho pacto al utilizar su imagen sin autorización.

Aunque Disney intentó que la demanda fuera desestimada, un juez rechazó la solicitud, lo que significa que el caso irá a juicio. Lucasfilm, por su parte, argumenta que posee los derechos sobre la imagen de Cushing en virtud de su contrato original con Star Wars (1977), lo que incluye el uso de su interpretación como Grand Moff Tarkin.

¿Un precedente para la industria?

Este juicio podría sentar un precedente en la creciente tendencia de utilizar efectos visuales para revivir a actores fallecidos en películas, un tema que ha sido muy debatido en la industria del cine. Las implicaciones éticas y legales del uso de la imagen de personas fallecidas son cada vez más importantes en una era donde la tecnología digital permite estas recreaciones con un alto nivel de realismo.

Habrá que esperar el desarrollo del juicio para conocer el desenlace de este caso, que podría impactar no solo a Disney y Lucasfilm, sino también a toda la industria cinematográfica en términos de derechos de imagen post mortem.