
La mansión embrujada de Carlos Slim en Nueva York: Abandonada y vigilada
En pleno corazón de Nueva York, cerca del Museo Metropolitano de Arte y de Central Park, se encuentra una propiedad enigmática y deshabitada: la Benjamin N. Duke House, una mansión histórica de 25 habitaciones, que fue adquirida por el empresario mexicano Carlos Slim en 2010.
Aunque Slim, actualmente el hombre más rico de México y el decimocuarto a nivel mundial según Forbes, compró esta mansión con la intención de utilizarla en sus viajes a la ciudad, la residencia lleva años sin uso, y en torno a ella se han tejido rumores de actividad paranormal.
Esta icónica residencia, con más de 100 años de antigüedad y estilo Beaux Arts, se destaca por sus techos altos, escaleras ornamentales y una fachada de piedra caliza. En su interior, se encuentran detalles de lujo, como paneles de madera tallada y accesorios de oro.
Lamentablemente y pese a sus lujosos acabados y ubicación privilegiada, el inmueble ha permanecido sin habitantes y vigilado las 24 horas, incluso con ventanas cubiertas, como señala el influencer de terror Carlos Name.
Name, que ha acumulado miles de reproducciones en sus videos, asegura que expropietarios y trabajadores relatan experiencias extrañas. Una de las historias más compartidas es la del mayordomo, quien escuchó ruidos intensos una noche solo para encontrar, al bajar, la alfombra enrollada y muebles destrozados sin razón aparente.
Construida en 1901 para Benjamin N. Duke, un empresario de la American Tobacco Company, esta propiedad fue parte de la familia Duke hasta 2006, cuando fue adquirida por Tamir Sapir y posteriormente por Slim en 2010 por 44 millones de dólares.
Cinco años después, Slim intentó venderla por casi el doble de su valor de compra, sin éxito. Al día de hoy, la residencia sigue en desuso y es objeto de leyendas que alimentan su reputación como la “mansión embrujada” de Nueva York.