Mabon, explorando la celebración pagana del equinoccio de otoño
Selene Rivera
Xalapa, Ver. Este 23 de septiembre, a partir de las 00:50, dará inicio de manera oficial la estación del otoño. Esta es la transición del cálido verano a las noches más frescas con sus brisas que causan escalofríos (sí eres Team Frío, está iniciando tu temporada).
Algunas comunidades paganas en todo el mundo (en el Hemisferio Norte) se reúnen para celebrar Mabon, es un momento de equilibrio entre la luz y la oscuridad, un tiempo de reflexión sobre la cosecha venidera y para dar gracias por las bendiciones de la tierra.
Sus orígenes yacen en la mitología, ya que su nombre viene de un personaje galés llamado Mabon ap Modron, que representaba la juventud y la renovación. Esta celebración forma parte de una triada de festividades que se corresponden con las cosechas del año, siendo Lammas el primero y Samhain el tercero.
Durante esta estación, observamos el equilibrio entre la luz y la oscuridad, ya que en estas fechas, el día y la noche tienen casi la misma duración. Es el momento de dar gracias por lo que nos trae la cosecha y también es el tiempo para prepararse para los meses oscuros que vienen después.
Dentro de las actividades de Mabon, se encuentra la recolección de frutos de la cosecha, con ellos se hacen altares y ceremonias que muestran nuestra gratitud hacia la tierra y los dioses.
Son tiempos para meditar, reflexionar y convivir compartiendo los alimentos que la madre tierra nos ha brindado para nuestra subsistencia.
Mabon es el recordatorio de la conexión profunda que las creencias paganas tienen con la naturaleza y la importancia de honrar el ciclo de la vida y la muerte.
Mabon es abundancia, equilibrio y conexión espiritual. A medida que el otoño avanza, las hojas van cambiando su color, del mismo modo, Mabon nos invita a reflexionar sobre ello en una comparativa con nuestra propia vida y la belleza efímera de este mundo natural.