Un accidente por mes: La pirotecnia y los riesgos en el Estado de México
Ciudad de México.- El Estado de México lidera la producción de pirotecnia en México, pero enfrenta serios desafíos en seguridad.
La pirotecnia es una parte arraigada de las celebraciones en México, desde fiestas patrias hasta eventos religiosos y festividades tradicionales. La producción y uso de fuegos artificiales son una tradición que se ha mantenido durante siglos, pero también enfrenta desafíos en términos de seguridad.
El Estado de México, en particular, es el líder en la producción y venta de pirotecnia en el país. La tradición de la pirotecnia en el Estado de México es tan relevante que en 2003 se creó el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMEPI).
El IMEPI se encarga de regular y supervisar la pirotecnia en el Estado de México y trabaja en la capacitación, innovación y asesoramiento jurídico relacionado con la pirotecnia para prevenir accidentes. La entidad está dividida en seis regiones principales donde se produce y almacena pirotecnia, y hay una variedad de figuras involucradas en la industria, desde fabricantes hasta comerciantes temporales.
El problema radica en la existencia de polvorines clandestinos que operan sin el permiso requerido, sin las medidas de seguridad adecuadas y sin capacitación en la manipulación de materiales explosivos. En los últimos 18 años, se han registrado 649 accidentes relacionados con pirotecnia a nivel nacional, con el Estado de México a la cabeza, con 199 accidentes en ese período.
Estos accidentes no solo ponen en peligro a las personas, sino que también han resultado en muertes y lesiones. A nivel nacional, se han registrado 469 muertes y 2,065 personas lesionadas debido a accidentes relacionados con pirotecnia, con el Estado de México reportando 202 muertes y 742 lesionados en ese período.
La pirotecnia es un elemento importante en la cultura y las tradiciones de México, pero es evidente que se necesita un mayor esfuerzo para regular y supervisar adecuadamente la producción y el uso de fuegos artificiales, con un enfoque particular en la erradicación de polvorines clandestinos y la capacitación de quienes trabajan en la industria. La seguridad debe ser una prioridad para garantizar que estas festividades continúen sin poner en riesgo la vida de las personas.