
OEA exige la detención de Nicolás Maduro ante amenaza de revolución armada
Redacción
La crisis en Venezuela se intensifica, Nicolás Maduro, el presidente venezolano, ha pasado de declararse enemigo acérrimo de Elon Musk a lanzar graves amenazas contra sus opositores y contra la estabilidad del país.
En su más reciente pronunciamiento, Maduro advirtió que convocará al pueblo a una «nueva revolución» si persisten las dudas sobre su victoria en las elecciones presidenciales.
En respuesta a las recientes acciones de Maduro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció que la organización pedirá a la Corte Penal Internacional la imputación y detención del presidente venezolano.
Según Almagro, las acciones de Maduro muestran «premeditación, alevosía, impulso brutal, ferocidad y ventaja superior».
«Es hora de la justicia. Nosotros vamos a solicitar la imputación de esos cargos [a la Corte Penal Internacional]. Por un hemisferio libre de crímenes de lesa humanidad», afirmó Almagro en un mensaje difundido después de una sesión de la Comisión Permanente de la OEA.
El secretario general subrayó la necesidad de justicia frente a las amenazas de Maduro, quien ha prometido un «baño de sangre».
En la reciente sesión de la OEA, se discutió la necesidad de exigir a las autoridades electorales venezolanas la publicación de todas las actas de los comicios del pasado domingo.
Estos comicios dieron como ganador a Nicolás Maduro, extendiendo su mandato hasta 2031. Sin embargo, la Comisión Permanente de la OEA no logró la mayoría necesaria para formalizar esta exigencia.
Maduro, por su parte, respaldó su victoria electoral solicitando al Tribunal Supremo de Justicia una revisión de los resultados para certificar su triunfo. Afirmando ser «un hombre de leyes», Maduro buscó legitimar su reelección en medio de crecientes dudas y acusaciones de fraude.
En un discurso incendiario, Nicolás Maduro amenazó con convocar a una revolución armada si no se reconoce su triunfo electoral.
«No quisiéramos ir a otras formas de hacer revolución. Queremos continuar en el camino que Chávez trazó. Pero si el imperialismo norteamericano y los criminales fascistas me obligan, no me temblará el pulso», declaró el presidente venezolano, insinuando que la revolución podría tener características violentas.
Esta amenaza llega en un contexto de creciente tensión y violencia en Venezuela. Tras el anuncio de los resultados electorales, numerosas protestas han sacudido las calles del país.
Estas manifestaciones han sido reprimidas violentamente por el gobierno bolivariano, resultando en la muerte de al menos 12 manifestantes hasta el momento.
La situación en Venezuela sigue siendo un tema de gran preocupación y atención a nivel global, y el desarrollo de estos acontecimientos determinará el futuro inmediato del país y de su liderazgo político.